Cuando mi mente se diluya,
cuando caiga mi conciencia
en el pozo irrebatible.
Cuando ya no haya nombre
ni sentido en mí.
¿Quién se sentará en mi cama,
quién velará mi sueño,
o sujetará mi mano,
mi frágil mano,
más allá del mundo cierto
en que habré caído?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario