Primero tiró la ropa
raspó el maquillaje
quemó los papales.
Luego se despojó de anillos
arañó su piel y volteó sus ojos.
Lloró hasta la asfixia
para vaciarse y verse.
* * *
Una tarde roja se tiende sobre el horizonte
como un cuerpo se tiende sobre otro a la hora del placer.
* * *
El deseo es una imagen poética inalcanzable
como esa intimidad
desnuda.
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